29 agosto 2005

“Nashville”, de JOSH ROUSE.

Para que no se pueda acusar de comentar siempre discos de años pasados, aquí tenemos uno recién lanzado. Es más, si de aquí a diciembre no se publica algo mejor, no tendré más remedio que considerarlo como el mejor disco del año. Verdaderamente excepcional, emocionante (Sad eyes) y muy fresco. Josh Rouse, un norteamericano afincado en Altea se supera a sí mismo con este trabajo, por encima no ya de “1972” (su disco más aclamado) sino de Under the cold blue stars (su mejor antecedente). El género del álbum nos remite a un pop empapado de folk americano, aunque nadie piense que se trata de un vinilo puramente folk o country, nada de eso. Se trata de un pop más o menos convencional pero con una indisimulable influencia de la música de estadounidense. El secreto de Nashville radica en el mimo con el que están compuestas las canciones y especialmente por la interpretación. Rouse nos deleita con su delicada voz sin caer en la ñoñería, con una suavidad deliciosa.

El álbum es coherente, ningún tema desentona, quizá sólo Why won´t you tell me what, todos se hallan ordenados minuciosamente para que el resultado sea óptimo. Entre todas las canciones destaco, a mi gusto, la citada Sad eyes, que no es que sea preciosa, sino que además el ramalazo final homenaje a la “ELO” es brutal, increíble, ahí Josh Rouse revienta el CD.

En definitiva, un disco muy notable, para todos los públicos y para todo tipo de ambientes, ya sea para salir de fiesta o para quedarse en casa relajándose con él. Gran disco, sí señor.

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